Desfile de año nuevo chino en San Francisco!
Era un sábado 19 de febrero del 2022 y visitaba por segunda vez la ciudad de San Francisco, motivado por el festival de primavera o año nuevo chino. Curiosamente en su calendario marca el año 4720 y que también da la bienvenida al tigre de agua dentro del horóscopo chino.
Una cosa interesante de San francisco es que alberga el barrio chino más antiguo de América del Norte que data de la década de 1840 y que año con año realiza este festival, a excepción del año 2021 debido al cierre por COVID.
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Un nuevo integrante en el equipo.
Pasé toda la mañana caminando y tomando fotos de la ciudad, ya agotada la batería regresé al hostal y con un seis de cerveza me encaminé a descansar. Noté que había un nuevo inquilino en el cuarto, le ofrezco una cerveza y al coincidir en el idioma inglés comenzamos a hablar. Su nombre era Vincent de nacionalidad francesa, aunque recuerdo que comentó que ya tenía un tiempo viajando por Sudamérica, el caso que es que al igual de yo estábamos comenzando un proyecto de creación de contenido, así que le invite a ir a grabar el desfile de año nuevo y sacar material de ello. Su idea era hacer entrevistas a gente interesante y mi plan era hacer un video blog. Algo interesante podría salir de ahí. Cámaras y dron en mano partimos al barrio chino.
El desfile de año nuevo chino.
Después de una larga caminata nos encontramos con gente acumulada y carros alegóricos que iban pasando, la verdad es que era todo un carnaval, había luces, colores, vestimentas, disfraces y música tradicional. Las comparsas estaban integradas de niños, jóvenes y adultos e iban haciendo acrobacias y coreografías, algunos resaltaban más por sus disfraces de criaturas mitologías chinas.
Saqué la cámara y como un completo principiante comencé a grabar, la lengua se me trababa y no me salían las palabras, pero la intención y el deseo hacía que valiera la pena. Por su parte el francés piloteaba su dron y sacaba las tomas del desfile.
Apenas y se podía caminar por las banquetas ya que en algunas partes estaban abarrotadas de personas, unas solo miraban el desfile, otras cantaban y otras bailando, algunos como yo avanzábamos para alcanzar el final del desfile.
Vicent al tiempo de estar grabando con el dron tuvo una especie de interferencia en la señal del control y el dron se fue a estrellar a un edificio, salimos corriendo y brincando las vallas de seguridad logramos llegar a la calle donde el dron estaba destruido. No quedó más que reír de la situación y seguir el camino.
Hubo incontables comparsas en el desfile, pero el que más se esperaba era aquel que tendría al dragón de oro o Gum Lung para los amigos. Este disfraz era conformado por 100 personas que daban un largo de 75 metros.
Llegamos a orillas de un edificio que conectaba con un puente en el medio del desfile, el lugar estaba perfecto para hacer más grabaciones. Así que decidimos infiltrarnos en el edificio y colarnos en el piso donde conectaba con el puente. Al entrar noté que era un edificio de lujo, un hotel con bastantes guardias, no sabía si íbamos a salir de ahí con una buena regañada, una multa o directo a la cárcel. Lo bueno que no fuimos los únicos que nos metimos ahí, en el ascensor íbamos una decena de personas, todas con el mismo objetivo. Al cruzar la puerta exterior rápidamente nos detuvieron los guardias y tratando de negociar algo de tiempo nos sacaron en unos minutos. Se intentó, pero por la anécdota valió la pena. Este edificio era el Chinese Culture Center.
Salimos entre risas y cruzamos toda la avenida Kearny hasta llegar al Columbus Tower, lugar donde concluía el desfile. La gente en cada una de las banquetas formaba un circulo en espera del espectáculo final: El dragón de oro. El cuál iba avanzando lentamente al ritmo de los tambores, la música y los fuegos artificiales que iluminaban el cielo. Conforme avanzaba el dragón de oro, la gente se iba emocionando cada vez más. UN COMPLETO ESPECTÁCULO.
Al terminar el recorrido del dragón, rápidamente se instalo una grúa en el medio de la calle y de esta colgaba una hilera de interminables fuegos artificiales, estos al hacer contacto con el suelo iban explotando. Alrededor de el humo que iba dejando las explociones había un grupo de pequeños dragones blancos bailando al ritmo de un ritual pagano.
Así concluía el desfile del festival de primavera o año nuevo chino.
Búsqueda de entrevistas.
Todos se metieron a la calle, esta era una mezcla de reporteros, seguridad, público en general y grupos de animación. En eso avanzamos calle arriba, iniciando la búsqueda de un sujeto de estudio. Nos acercamos a una comparsa buscando voluntarios y uno de ellos nos direccionó con su líder, nos trasladamos a orillas de un callejón y la entrevista comenzó. Un equipo amateur de un mexicano y un francés, cargados de 2 GoPro y unas lámparas LED que ayudaban a iluminar el escenario.
Video de Youtube
Después de haber terminado la entrevista pasamos a conocer los bares del barrio. Estos eran interesantes. Algunos adornados con telas asiáticas, candelabros y tenían cervezas importadas chinas. La mayoría de los bares tenían una zona subterránea que conectaba con otra lugar del bar. Uno de las mejores zonas para salir de fiesta en las que he estado en mi vida.
Seguimos la búsqueda de entrevistas, el primero fue un estadounidense de unos 19 años, al poco tiempo de estarlo entrevistando se nos unieron dos chicas estadounidenses, ellas eran más extrovertidas y la entrevista se tornó un poco más divertida. Gianna y Edith, venían de una ciudad cercana de San Francisco e iban en busca de fiesta. El dragón de oro no pasó desapercibido entre ellas y nos comentaron lo asombroso había sido. Terminamos la entrevista y nos despedimos con una foto de todo el grupo.
Llegamos a una calle donde la gente se aventaba fuegos artificiales, tanto era el humo que se formó una pantalla que tapaba toda la visibilidad de la calle, me separe del francés y del estadounidense el cual se nos había unido a la fiesta. En eso veo un grupo de amigos y una de ellas estaba tirada en el suelo caída de borracha, me acerque y resultaron ser México-americanos. No quisieron ser entrevistados, pero se despidieron con una sonrisa sosteniendo a su amiga entre sus hombros.
Búsqueda de fiesta.
En eso me agarran del hombro y era el francés, pero acompañado de las chicas de la entrevista pasada. La noche prometía, ya que todos buscábamos fiesta y la búsqueda de un bar que pudiera ofrecerlo. Ellas propusieron ir a la casa de un amigo de ellas, aceptamos y emprendimos la caminata por las calles de la ciudad buscando un punto de encuentro para que pasara a recogernos. Entre platica y platica, Edith resulto ser mexicana y hablar español. Reclame en broma el por qué no me había dicho que hablaba español y se limitó a decir: Es que no preguntaste.
Juro que reí.
En medio de la caminata logramos llegar a un bar donde iba a ser el after de los demás lugares, así que nos quedamos ahí esperando a sus amigos. Salió el tema de conversación de cual era el tipo de música que nos gustaba bailar y yo comente que las cumbias. Ella comentó que le gustaba bailarlas también y en forma improvisada con la bocina de su celular, nos pusimos a bailar ella y yo a orillas de la banqueta, en alguna calle del barrio chino y con las luces de la ciudad observando… Ah también el guardia del bar, pero nos siguió la corriente ya que también era latino.
Fue el momento de la noche y las risas fueron buenas.
Amargo final.
De la nada llega un carro con una pareja y nos pitan desde la esquina de la calle, nos acercamos y resultaron ser los amigos de ellas, era un hombre y una mujer. La idea inicial era ir a la casa de ellos y continuar la fiesta, pero el sujeto de negó a subirnos al carro, alegaba que él no nos conocía y que como era posible que ellas nos invitaran si éramos unos completos desconocidos, él tenía un su punto lógico. Ellas respondían que éramos sus amigos, aunque las acabábamos de conocer nosotros éramos buenas personas.
Al final de la discusión en un tira y afloja, donde incluso él pregunto si sabían el nombre de alguno de nosotros, Edith contestó: ¡Él se llama Armando!… El amigo del carro levanta la voz y la puso a escoger entre ellos o nosotros, sus verdaderos amigos o unos completos desconocidos. Ella se quedó pensante y en eso me acerco a ella y le digo que debería ir con ellos, que en parte él tiene razón, nosotros éramos unos desconocidos y era la decisión correcta.
Una parte de mi quería continuar la fiesta, pero esto ya se había vuelto algo incómodo. Me acerqué a ella y antes de despedirme le comenté que me gustó conocerla y le dejé un broche/pin en forma de búho. Me entró lo cursi y quise que tuviera algo mío para que no me olvidara.
Ya era de madrugada y regresé al hostal. Después de una noche llena de nuevas experiencias, está había terminado. Fue un día interesante.
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